“China está achicando drásticamente su industria de agroquímicos y lo está haciendo, básicamente, por cuestiones de cuidado del medio ambiente”
El país más poblado del mundo, China, es estratégico para la mayor parte de las actividades industriales a nivel global. Y el sector de los agroquímicos no es la excepción. Justamente en él se están produciendo transformaciones históricas en el gigante asiático, que tendrán un fuerte impacto en todo el planeta, incluyendo a la Argentina.
Para analizarlas, resulta muy interesante la visión de Sebastián Calvo, el presidente de Surcos, la principal compañía de agroquímicos de capital argentino, que tiene oficinas en China y viaja permanentemente a ese país, con el que mantiene vínculos comerciales desde hace muchos años. Veamos qué dice el ejecutivo.“China está achicando drásticamente su industria de agroquímicos y lo está haciendo, básicamente, por cuestiones de cuidado del medio ambiente”, resume Calvo, para arrancar.El tema es así: buena parte de la estructura energética china se sostiene a base de carbón. Y el país, con casi 2.000 millones de habitantes, consume muchísima energía. El resultado es que los niveles de contaminación son muy altos.En una reciente reunión plenaria del Comité Central del Partido Comunista, el organismo más importante del Estado, que marca las políticas del país y que coincidió con la última visita de Calvo, las autoridades chinas establecieron un política que significa un cambio de rumbo: “no podemos ser una potencia económica sustentable si no cuidamos el ambiente”, concluyeron.De ese concepto comenzaron a surgir medidas que tienen un fuerte impacto en la industria de agroquímicos, como en tantas otras.El presidente de Surcos dice que al bajar la producción de energía que se genera a base de carbón (medida con la que buscan no contaminar), hay menor oferta para las industrias y a un nivel de precios mayor. De esta manera, aumentan sensiblemente los costos de producción. Finalmente, esto genera que muchas empresas deban aumentar sus precios y otras, directamente, cerrar, porque no pueden enfrentar la nueva estructura de costos. “Sectores como el acero o la industria química, que producen históricamente en China mucho más de lo que el mundo necesita, eran responsables de inundar el mercado global con productos a bajos precios, pero el achicamiento drástico que se está viendo en el país por estos cambios ya está generando una disminución muy importante en esa oferta, con un impacto claro en una suba de precios”, explicó Calvo.No solo hay empresas que deben aumentar sus precios en el mercado global y otras que cierran, sino que hay un tercer grupo que reduce sus niveles de producción, para cumplir con los estándares ambientales. ¿El resultado? Una menor oferta en el mercado.Esto último sucede claramente en la industria química china, que produce los insumos con los que se fabrican luego los agroquímicos. Además del tema del costo de la energía, hay crecientes controles directos sobre las fábricas por cuestiones ambientales, que llevó a muchas a cerrar y a otras a ajustar su producción y/o sus procesos, en muchos casos con aumento de costos.“En general, las empresas más grandes son las que están en mejores condiciones ante los nuevos requerimientos y las que van a seguir produciendo”, relata Calvo. Y agrega que cree que quedará “sólo un tercio” de las empresas que proveen insumos para la industria de agroquímicos que hay en la actualidad.“Pero eso no quiere decir que tendremos solo un tercio de la producción que hay hoy, porque muchas de las empresas que quedan van a crecer sensiblemente”, analizó el ejecutivo.Las firmas que se cierran son tanto públicas como privadas o mixtas y el fenómeno no solo está generando un aumento de precios de los agroquímicos a nivel mundial, sino que podría generar –en la visión de Calvo- que China deje de ser el gran eje global del sector para que ese lugar comience a ser ocupado por la India. “Los chinos se habían posicionado como líderes absolutos por los bajos costos, pero ahora el escenario cambió. El cambio hacia la India como proveedor central ya se está dando en productos clave como el clorpirifós, el mancozeb o piretroides, más económicos en empresas indias que chinas hoy por hoy”, afirmó el presidente de Surcos.De todas formas, el hombre explica que el cambio no será tan sencillo para la industria argentina que compra muchos insumos en China para su propia producción, porque cambiar de empresa proveedora implica, por ejemplo, hacer nuevamente muchos trámites que tienen que ver con las regulaciones, las aprobaciones de productos, etc.Son cuestiones que se han hecho durante muchos años de trabajo, en relación con el Senasa por ejemplo, y que no se pueden modificar de un día para el otro.En el mercado local, por citar un caso, el glifosato ya subió 20% en apenas 2 meses. “Tiene que ver directamente con esta cuestión. No hay otros motivos”, explica Calvo.Con los chinos adaptando sus industrias a estándares propios de los países occidentales, las empresas que sintetizan principios activos para elaborar agroquímicos están ante la mayor transformación de la historia reciente. “Deberán tener niveles como los que conocemos en Europa, Estados Unidos, y aquí en la Argentina”, dice Calvo.Los productos que sufrirán más cambios en sus precios serán los herbicidas, pero también habrá modificaciones en los fungicidas y los insecticidas.Para Calvo, estos cambios tienen un correlato positivo para las empresas que producen en la Argentina. “Ahora tendremos una competencia más leal, más pareja, porque será más difícil que entre al país producto terminado a precios tan bajos como antes”, analizó.En definitiva, son cambios profundos en la industria, que deben ser seguidos de cerca por todos los actores de la agricultura argentina, porque se trata de un proceso que está en pleno desarrollo y que todavía no se sabe, ni mucho menos, cómo puede terminar.